Acabamos de lanzar la nueva web de Escampavía y ya estamos recibiendo comentarios. Algunos nos felicitan. Otros, con toda la confianza del amigo que no se calla, nos señalan algo concreto: el uso de popups puede penalizar el posicionamiento SEO.

Tienen razón. Y lo sabíamos.

Pero el SEO no lo es todo en la vida. Ni siquiera en la vida digital.

La web de Escampavía no está pensada para captar clientes ni para escalar en buscadores. Es una web mostrador. Un espacio donde quien ya sabe de nuestra existencia —por nuestros proyectos, por nuestros artículos, por el boca a boca— puede asomarse, curiosear y entender mejor quiénes somos y qué hacemos.

Los popups, en este contexto, no están ahí para asaltar al visitante ni para cazar correos. Están para estructurar, destacar, sugerir recorridos. Son herramientas, no trampas.

Sí, sabemos que esto no complace a los algoritmos. Como tampoco lo hace que no tengamos un canal de TikTok, ni titulares con emojis, ni llamadas constantes a la acción. Lo asumimos. Preferimos cien visitas que se detienen a mirar con intención a mil que rebotan sin comprender nada.

En tiempos de clics vacíos y métricas de humo, hemos optado por una web que prioriza el sentido, no la seducción. Y que respeta a quien entra, aunque no siempre respete las reglas no escritas del marketing digital.

Gracias a quienes ya habéis entrado, husmeado, comentado. Esta web es para vosotros. Y para quienes, en lugar de seguir la ruta del algoritmo, siguen el hilo de una curiosidad inquieta.